para que sirve una asamblea judicialLa asamblea judicial en la propiedad horizontal es una solución extrema que se concreta luego de varias asambleas fallidas o ausencia de asambleas.

La misma se realiza sea cual sea el número de consorcistas y ante la falta de mayorías o quórum, es la presencia del juez la que la vale. Todo lo que se resuelva en esa asamblea judicial es vinculante para todos los propietarios, se encuentren o no presentes.

Agotando la instancia extrajudicial

Llegar a una asamblea judicial en el consorcio, implica que antes se agotaron todas las etapas extrajudiciales. Por ende, es necesario demostrar ante el juez la necesidad de decretar una asamblea judicial justificándola. “Lo más importante para hacer una asamblea judicial es demostrar fehacientemente la imposibilidad de realizar una asamblea ordinaria o extraordinaria. Hay que justificar el agotamiento del procedimiento reglamentario” explica a Coterránea un administrador consultado. Por ende el tema a tratar debe ser de suma importancia o urgencia para que la administración o el consejo de administración gestione una asamblea judicial. Generalmente se solicita cuando hay falta de quórum o cuando se no se logra remover al administrador del edificio”, comenta otro administrador consultado.
¿Qué requisitos necesito para una asamblea judicial?

1) Titulo de propiedad

2) Antecedentes que prueben el fracaso de asambleas anteriores.

3) Listado de nombres, apellidos y direcciones de los consorcistas, para notificarlos vía cédula judicial.

4) El Reglamento de copropiedad y administración.

Efectos e importancia de la Asamblea Judicial

El efecto esencial de esta clase de asambleas es que se realizarán sea cual sea el número de consorcistas y a falta de mayorías o quórum es la presencia del juez la que la suple; por tanto todo lo que se resuelva en esa asamblea será vinculante para todos los copropietarios, se encuentren o no presentes en esta asamblea.

Este remedio judicial es de vital importancia pues permite la continuidad de la vida consorcial y el funcionamiento efectivo del órgano deliberativo, facilitando la toma de decisiones urgentes e importantes, que de otro modo no hubieran podido tomar o resolver.